Resumen de "Mientras Escribo" - Stephen King

por: Hombre de Hojalta (@SHojalata)

Hace dos o tres meses que terminé de leer este libro. Tiene muchos detalles interesantes pues… digamos, no es sólo “un libro de cómo se escriben los libros”, sino que es una especie de relato del autor, donde por un lado apunta a su propia historia personal, que lo fue llevando a escribir y consagrándolo cómo uno de los mejores autores de Narrativa de Terror y Suspenso y por el otro, el aspecto de consejos para quienes nos apasiona la escritura.

En sí, éstas serían sus temáticas:

• Un repaso personal de la vida de Stephen King, con muchos datos autobiográficos, donde el autor nos cuenta las diferentes etapas que llegó a vivir junto a la escritura. Desde sus orígenes por el interés de escribir en la niñez y adolescencia, hasta la emoción de la publicación de los primeros títulos.

• Y por el otro lado, obviamente están los detalles básicos y consejos para todo escritor, donde se incluyen detalles de corrección ortográfica y gramatical, la presentación del libro a nuestros seres queridos, a amigos que nos den opiniones para ir puliendo los títulos y bueno, lo que uno esperaría de un libro que se trata… de cómo escribir.

Ahora sí, vayamos describiendo el libro por secciones o capítulos.

Los tres prólogos

Vamos, un libro tiene un solo prólogo… ¿verdad? – Bueno, en este caso, tenemos tres prólogos

El primero, habla sobre el origen de la idea de escribir el libro. Es una descpción algo extensa y, cómo no quiero copiar toda la obra, diré que lo que comenzó como una banda de música de autores literarios norteamericanos ocasional, llevó a que un día, le preguntase a una integrante, la también afamada escritora estadounidense de padres chinos Amy Tan…

¿Qué es, lo qué, de verdad, nunca nadie le había preguntado? – haciendo referencia a presentaciones de libros, entrevistas de televisión, prensa… y lo que nunca le habían preguntado era (y cito):

“Nunca me preguntan nada sobre el Lenguaje”. Y la verdad es que, a lo novelistas, no le suelen preguntar sobre ello (en la mayoría de los casos).

Y fue esto, en alrededor de 1992-93 lo que inició el interés de Stephen King por escribir este libro. Aún así, la idea fue madurando y recién en 1997 comenzó a escribirlo

En el segundo prólogo – muy breve, de apenas una carilla –, explica que, ha preferido escribir un libro corto (algo más de 300 páginas en edición de bolsillo), porque “a menos páginas, menos paja” (cita textual). Pero que, si quieren de verdad leer un libro de Estilo, recomienda encarecidamente la obra Los Elementos del Estilo (The Elements of Style) del autor William Strunk Jr., una joya de obligada lectura y de apenas 85 páginas.

El objetivo de esto – y consejo que nos da – es “Omitir palabras innecesarias”.

Finalmente, en el último prólogo, poco más que una frase “El corrector siempre tiene razón”. Recuerden eso.

Curriculum Vitae

A continuación, el autor nos avisa que los siguientes textos, buscan repasar su formación como escritor. Cada capítulo es breve y no tiene que continuar necesariamente al anterior, es una revisión de distintas facetas de su vida y, cómo estas, de distintas maneras, lo acercaron a la escritura, él mismo llama a esta parte más un CV que una autobiografía.

Este sector – llamémoslo así – se compone de casi ¡100 páginas!

Aquí, relata vivencias, por dar un ejemplo, cuando tenía cinco o seis años, le preguntó a su madre si alguna vez había visto morir a alguien, la primera parte de la respuesta fue sí – aunque más bien fue oír los gritos de una chica que se estaba ahogando y por las corrientes no pudieron salvarla –.

Pero… días después, la madre recuerda una anécdota muy cruenta, donde que vio cómo un marinero se tiró desde el tejado de un Hotel, tras lo cual y cito:

“-Reventó – dijo mi madre cómo si fuera lo más normal del mundo, y tras una pausa, añadió –: Lo salpicó todo de un líquido verde. Todavía me acuerdo.

Yo también, mamá”.

Así que, de principio, tenéis una idea de porqué Stephen King tiene esa fascinación que lo ha convertido en el Rey del Terror y el Suspenso… es porque, así como ese breve relato, hay muchísimos de su niñez, adolescencia e incluso de adulto.

Lo más importante que puedo relatar de los capítulos – breves, de una carilla a unas pocas páginas al ir avanzando el libro –, es que aquí, vas entendiendo la formación de Stephen, ya que en su vida – antes del autor consagrado que es – tuvo muchos momentos duros. Y situaciones que rozaron la tragedia muchas veces… por eso – pienso yo – es que le fascina tanto escribir sobre la muerte, el suspenso y terror.

También nos cuenta el origen de algunas de sus obras más famosas, como “Carrie”, lo cual, ya sólo por eso, vale la lectura de “Mientras Escribo”.

¿Qué es escribir?

En esta breve sección – cuatro carillas – Stephen King, básicamente se refiere a esto de escribir como… Telepatía. Así, directamente.

También nos habla sobre lo importante que es tener un lugar personal en la casa para leer. Básicamente, lee siempre que puede – por ejemplo, en las largas colas de un peaje –, pero tiene siempre un lugar favorito para hacerlo, un sitio con buena luz y mejor ambiente.

Y luego vuelve a la telepatía, nos brinda un ejemplo mental y finalmente se refiere a la “página en blanco”. Y nos dice – y cito –:

“No hay que abordar la página en blanco a la ligera. No es ningún concurso de popularidad, ni las olimpíadas de la moral; tampoco es ninguna iglesia, pero joder, se trata de escribir, no de lavar el coche o ponerse rímel.”

Caja de Herramientas:

Aquí, el contenido va sobre las herramientas de todo escritor. Todo empieza con una referencia de una auténtica caja de herramienta americana – ya sabes cuál te digo – hecha por su propio abuelo, con muchísimo detalle y esmero – interior de seda roja con diseños de rosas, borroneado por la grasa de tantos años – y contando una anécdota que, para no extenderme, diré que tras ayudar al tío a realizar una tarea, para lo cual apenas había necesitado un destornillador, le preguntó por qué se había llevado toda la caja de herramientas… y la respuesta, cito:

“– Ya, Stevie – dijo él, mientras se agachaba para coger las dos asas – pero es que no sabía si tendría que hacer algo más. ¿Entiendes? Siempre es mejor llevar todas las herramientas, porque corres el riesgo de encontrarte con algo que no esperabas y dejar a medias la faena.”

En sí, se refiere que cada escritor debe fabricar su propia Caja de herramientas, de al menos tres niveles, definiéndolos de la siguiente manera:

Nivel superior:

• Vocabulario: para las herramientas normales, lo que, para un escritor, viene a ser el vocabulario y da muchos ejemplos de autores que se expresan con un léxico enorme, mientras que otros prefieren párrafos más pequeños para contar su historia, pero, aun así, con un vocabulario muy rico. Se refiere a evitar palabras extensas o muy rebuscadas, por ejemplo, prefiere que no se use el término “retribución”, cuando lo mismo se puede decir con “sueldo”. Favorecer el resultado directo y cotidiano.

• Gramática: no, no entra en mil ejemplos de gramática, simplemente dice “Una gramática defectuosa genera frases defectuosas”, así que, no te pide que seas un erudito, pero sí que cuides los detalles generales de la gramática.

• Voz activa y pasiva: recomienda, evitar siempre que sea posible la voz pasiva. La voz activa indica que el personaje hace algo, mientras que la pasiva expresa que le están haciendo algo. Dice que la voz pasiva representa timidez, como decir “La reunión está programada para las 7”, cuando sería más claro y directo “La reunión es a las 7”. Aun así, expresa que hay situaciones donde se utiliza la voz pasiva, para hay que saber en qué momento favorece el diálogo y en cuál, lo empobrece.

Segunda bandeja:

       El Estilo: aquí se refiere a los elementos básicos de la Forma y el Estilo, no olvidándose de los Párrafos y la forma en que se construye una frase. Sobre estos, hace el siguiente apunte: “frase-tema más descripción y profundización”, lo que le exige al escritor ordenar sus ideas, además de protegerlo de las divagaciones. Además, el propio King sostiene que, para él, la unidad básica de la escritura es el párrafo, no la frase.

Tercera bandeja:

       Ponerse a escribir narrativa de verdad: lo que comunica Stephen King aquí, es la importancia de los párrafos ricos en vocablos, en palabras, en verbos. Porque hay libros que tienen mil páginas y al terminarlos desearías poder seguir leyéndolos. O, por el Señor de los Anillos, que sus palabras y páginas no han sido capaces de colmar del todo a tres o cuatro generaciones desde que fue escrito. Y así, se termina tu caja de herramientas lingüísticas. Aunque, no quita que cada pueda añadir sus propios niveles extras.

Escribir:

La Sección más extensa del libro. Nada menos que 120 páginas, repleto de consejos y anécdotas sobre lo que es Escribir en sí.

Y empieza fuerte, declarando que cómo en todos los órdenes de la vida, hay escritores malos. Desde algunos que trabajan en el periódico local, hasta otros que tienen su casa en el caribe gracias a su excesiva voz pasiva. También da un ejemplo de un escritor malo, con la frase “mis indignados pechos de lesbiana” o “la calle torcida donde grité el nombre de mi madre”.

Cómo si de un sistema piramidal se tratase, encima de los malos escritores están los aceptables que también pueden estar en el periódico local, en la estantería de la librería del pueblo o en lecturas poéticas a micrófono abierto.

El tercer nivel es mucho más pequeño, están los escritores buenos de verdad.

Encima de ellos (de casi todos nosotros) – dice –, están los Shakespeare, Faulkner, si hablamos de nuestra lengua sería un Cervantes o más cerca de nuestro tiempo, Borges.

King aborda el capítulo con dos bases:

• La primera, que escribir bien consiste en comprender los fundamentos (vocabulario, gramática y elementos del estilo) y llenar la tercera bandeja de la Caja de Herramientas con los instrumentos adecuados.

• La segunda es que, si bien es imposible convertir un mal escritor en un escritor decente, e igual de imposible es escribir a un buen escritor en fenómeno, trabajando duro, poniendo empeño y recibiendo la ayuda oportuna sí es posible convertir a un escritor aceptable en un buen escritor. Pero nada más.

“Sí quieres ser escritor dos cosas debes hacer, leer mucho y escribir mucho.” Textual y creo que todos podemos estar de acuerdo en esto.

Otro detalle es la constancia. Stephen King tiene un horario de escritura y una meta de escribir dos mil palabras a diario. No significa que debas tener la misma meta, pero, sí quieres escribir, deberías tomarlo en serio, con constancia y con una meta y un horario diario.

Después, hace referencia a una historia, basada en hechos la violencia doméstica y que tanto nos afecta… pero, luego, nos desafía a reescribir la historia, cambiando los papeles, siendo la víctima el victimario y viceversa. Un punto de vista diferente para una historia lamentablemente “usual”.

Otro punto interesante, es cuando se refiere al “Lector Ideal”, lo cual se refiere a la persona para quién escribes. O para qué tipo de Lector. Esta puede ser un familiar (por ejemplo, podría ser tu pareja), debes pensar, al escribir una escena, a que detalles prestaría más atención tu L. I. y que otros podrían ser más huecos o no necesarios de incluir (cómo un paisaje de fondo en el que no pasa nada).

Más adelante, habla de la importancia de lograr un Agente que te presente ante el mundo editorial. Y sí, se refiere a que cómo todo, hay agentes buenos y de los otros. Dice que podemos encontrar agentes en revistas de escritura, además de que menciona una publicación en particular, Writers Market (en formato de papel), donde se publican muchísimos agentes, con sus datos para contactarlos. También incluye un modelo de carta de referencia para contactar al Agente. Pero bueno, tengamos en cuenta que el presente libro, se escribió mientras aún no existían redes sociales, ni el iPhone y la conexión a internet promedio era 33,600 Kbps…

Uno de los últimos párrafos en la última carilla de esta sección pone una pregunta clave:

• "Oye, ¿Tú escribes por dinero?”

La respuesta, dice Stephen es que no, ni ahora ni nunca. Para no extenderme, escribe por el simple gozo de hacerlo. Y porque disfruta pasarse la vida haciéndolo. Reconoce que sus obras pueden haber pagado la hipoteca y los estudios de los niños, pero eso, es aparte.

POSDATA – VIVIR

Y casi al final del libro, unas 20 carillas aprox. que traen un mensaje muy importante del autor. Es que, este libro se comenzó a escribir entre 1997 y terminó después del año 2000.

Y nos cuenta, con gran detalle, cómo si los hechos casi le hubiesen pasado a un personaje suyo, un gravísimo accidente que padeció a mediados de 1999. Un accidente que por poco no acaba con su vida.

Fue atropellado por un conductor que iba dando bandadas en el arcén donde Stephen caminaba en soledad en unas vacaciones familiares.

Luego de describir con bastantes detalles los difíciles momentos que tuvo que pasar tras el accidente, llega al punto en que, poco a poco, va retomando nuevamente la escritura. Y después, nos deja un párrafo con un pensamiento, que trataré de citar algunas líneas aquí:

“Escribir no es cuestión de ganar dinero, hacerse famoso, ligar mucho ni hacer amistades. En último término, se trata de enriquecer las vidas de las personas que leen lo que haces, y al mismo tiempo enriquecer la tuya. (…) Ser feliz, vaya, ser feliz.”.

Coletilla: Primera parte: Puerta Cerrada – Puerta Abierta.

Aquí, pone un ejemplo de Narrativa, primero en bruto, sin corregir, un escrito llamado “La historia del hotel”. Entonces, primero nos alista de leerlo con atención el texto sin corregir y luego, muestra como si fuese una libreta de apuntes, con correcciones y tachones.

Lo principal, se refiere a la importancia de revisar y corregir el escrito y también de quitar las partes redundantes. Menciona, cómo ejemplo, una fórmula que dice: "2ª versión = 1ª versión menos 10%".

También ha numerado cada corrección y tachón y luego ha hecho una lista con la misión de explicar cada una.

7) Coletilla: Segunda parte: una lista de libros:

La parte final, es una amplia lista de libros que el autor ha disfrutado leyendo, desde títulos de Michael Connelly “El Poeta”, a varios títulos de Harry Potter (aún no habían salido todos) y otros de autores como Graham Greene, Walter Miller y hasta dos de su esposa y también escritora Tabitha King.