Cae la noche cerrada
y la gran Selene reina,
sus rayos de plata
nos envuelven, nos gobiernan,
son decretos, son leyes
que nos ordenan amar
y ser amados,
nos ordenan besar
y ser besados.
Hechicera Selene,
somos tus títeres,
cegados por la pasión
que tú nos provocas,
obnubilados por el deseo
que tu luz nos contagia.
Majestuosa Selene,
asómate a la alcoba
de mi bella diosa
y dile que espero
acariciarla con mis metáforas,
dile que recitaré en su oído
hipérboles y epítetos .
Selene, dile a mi diosa
que el verbo amar
se queda muy corto
para describir todo
lo que por ella siento,
dile que la amargura
me atenaza, me asfixia
por no besarla de nuevo,
navego en esta alegoría selenita,
mi velero de versos,
anhelando el mejor epílogo,
la fusión de nuestros cuerpos
en un amor sin antídoto.
Fantástico poema.
Excelente y bello poema Alegoría Selenita. Imaginar que nos susurren al oido con metáforas,
hipérboles y epítetos . Uff realmente un amor poético