Coordinadora Nuria de Espinosa
Participan @cntaengua @marguita_41 @SPerizN50 @emilio428665565 @Andres8342 @misletrasnuria1
No me inspira la poesía quebrada
ni en la noche, ni durante el día,
ya no arden las letras en mi poema
ni los versos en mi pluma,
siento que tengo un vacío que no
se a dónde me lleva.
Las gemas que me rodean oscuras
y negras, se apoderan de mí cada vez que el sol se esconde y la luna acecha.
Sin versos, muere mi alma de pena; y
muere el poeta de tristeza
y le pregunto a la luna ¿qué será de
aquella pluma, esa que escribe oro y
que ilusa entrega versos de plata sin
obtener ni siquiera las gracias.
Sin versos muere el poeta de tristeza.
Mi pluma parece estar seca,
y la tinta inalcanzable,
cuando antes bailaba ella sola.
Ahora con el papel en blanco
como un pentagrama vacío,
escritor y compositor caídos.
Quiero pensar que todo artista
alguna vez ha tenido momentos
de flaqueza,
sea cual sea su profesión,
incluso los más veteranos
se han sentido perdidos.
Entre pluma y pluma
ando tratando de
plasmar versos perdidos.
Trato de darles vida con
mi ingenio algo dormido,
para que almas perdidas
reencuentren su camino.
Ay mi pluma, que va
despertando de su letargo
para tratar de despertar
sueños mortecinos.
La poesía corre por mis venas, la vivo, la siento...
mi corazón palpita en su presencia,
pero a veces no quiere ser escrita,
la tinta se escurre entre mis dedos
y mi musa yace escondida en algún lugar incierto.
Entonces me siento perdida, mustia, marchita,
y cuando menos lo espero se viste de gala
y se presenta ante mi destronando a la nostalgia,
desgranando sentimientos y haciéndome volar sin alas.
La totalidad de mis versos
no se acercan, no igualan
uno solo de tus besos,
ésta es mi poesía anhelada:
unir nuestros labios en un ósculo eterno.
Desde mi ventana veo rosales marchitos,
cruel metáfora de lo nuestro,
pavoroso silencio que retumba, infinito,
palabras en un papel vierto,
por no vertir lágrimas, lo admito,
despojos de mi corazón muerto.
Nívea noche, ésta página hoy sin escribir.
Añora el rayo del acento incisivo.
Columpiada en el trapecio del paréntesis, sumida en siesta invernal.
Aún retumba, el terremoto de un verbo conjugando sueños.
Rabia la musa y se desploma, inversa de sí.
Devorada en falso poder, e ingrávida de espíritu.
Ha de pagar, fulminada, la deuda de entregarse al poeta.
Y ahogada en néctar antiguo, cae, marchita.
Flor de una devastada primavera que solo sabe versar olvidos.
¡Fantástico! 👏👏👏👏